La pequeña se fue a dormir con la ilusión de que mañana es halloween, y me hizo recordad como me gozaba ese día cuando era niña. Es que a que niño no le encanta un día donde puedes ser súper héroe, algún personaje de sus cuentos favoritos, o lo que quiera ser!
Que increíble para un niño que haya un día donde es permitido pintarse la cara y comer dulces. Y es por eso que festejamos este día, no porque hagamos rituales, ni adoremos a cosas malas. Somos católicos practicantes, vamos a misa y rezamos el rosario, y disfrazarnos, mientras los niños cantan pidiendo dulces de casa en casa con sus amiguitos, no va en contra de nuestras creencias religiosas. Que la fecha coincida con fiestas paganas, puede ser, pero ese no es el motivo por el cual nosotros festejamos.
Disfrutamos de la fecha desde días antes, cuando junto con la pequeña decoramos la casa, para que los otros niños que también les gusta pedir dulces sepan que aquí les vamos a dar. Decoramos con calabacitas, y espantapájaros, no con muertos colgados de árboles, creo que quizás es ese lado de halloween el que causa que haya quienes rechazan esta festividad. O también hay quien no lo acepta pues dice que no son nuestras tradiciones, bueno, la ropa típica mexicana es bellísima, pero no la usamos a diario, usamos jeans y ropa diseñada por gente de todo el mundo, porque vivimos en un mundo globalizado, donde afortunadamente estamos enriquecidos por una gran diversidad cultural, y halloween forma parte de esta riqueza. No se inicio en nuestro país, pero ya es tradición para varias familias mexicanas quienes llevamos celebrándolo por varias generaciones. Ademas quien dice que no podemos disfrazarnos y también, comer pan de muerto y hacerle altares a nuestros difuntos después?
Celebramos esta festividad especialmente en estados norteños donde tenemos más contacto con nuestros vecinos del norte. Quizás más al sur no sea tan común este festejo, pero aun así cuando viví en el DF me toco ver a muchos niños disfrazados, solo que allí piden “calaverita”, diferente nombre, pero mismo concepto.
Para mi no es una tradición nueva, porque yo lo disfrutaba de niña. Claro que han habido algunos cambios desde entonces. Los disfraces han evolucionado un poco, en los 80 me tocaron asi
Ahora son un poquito más cool
Y en aquel entonces podíamos comer dulces con colorantes tóxicos o tootsie pops sin tener idea que sobrepasaban los niveles de plomo, en cambio ahora
Pero antes igual que ahora, halloween es una noche mágica para los niños.
No es mi intención intentar convencer a quien no desea participar en este festejo, ni tampoco justificar a quienes decidimos hacerlo. Solo quiero pedir que sea cual sea tu postura seamos respetuosos Ya sea que festejes, que respetes a quien no lo hace, y si no festejas, respetes a quienes si lo hacen. Somos madres y podemos transmitirles o no esta tradición a nuestros hijos, pero lo que si es nuestro deber, es enseñarles a respetar a quien piense distinto a nosotros.
Un comentario sobre “Porque pedimos y damos dulces en halloween🎃 #Blogtober día 31”
Los comentarios están cerrados.