El hermano mayor de mi mama, fue veterano de la guerra de Vietnam, no conviví mucho con el porque lo vi pocas veces, pero recuerdo muy bien una ocasión, que coincidimos con el cuándo viajamos a visitar a mis abuelitos. Pase toda una mañana platicando con él, le pregunte sobre la guerra y comenzó a contarme muchas historias. Me conto lo triste que era ver morir a varios de sus amigos. Eso le causo una fuerte depresión, y perder el interés por vivir. Al no importarle su vida, la arriesgaba sin pensarlo, con lo que pudo lograr varios actos heroicos, que después le trajeron la gloria de medallas y reconocimientos. Me contó que había varios soldados que intentaban realizar actos heroicos para recibir esos reconocimientos, pero no lo lograban y morían en batalla, pues no era lo mismo hacerlo por instinto, de corazón, a hacerlo con el objetivo de obtener una medalla.
Al rato llego mi mamá con mi abuelita, y cuando les conté que estaba encantada escuchando sus historias, no podían creerlo, porque nunca antes había hablado de la guerra. Mi tío ya no vive, pero por siempre le agradeceré la confianza, y el haberme compartido esas historias.
Les cuento todo esto porque pienso que la vida, es igual que el campo de batalla, todo lo que hagamos lo tenemos que hacer de corazón, y sin intención de recibir algo a cambio. Últimamente está muy de moda el ser “influencer” y hay muchos que quieren serlo para recibir: regalos, patrocinios, etc. Y al igual que el soldado que se arriesgaba por una medalla, morirán en batalla, pues lo que genera tráfico, y por ende, patrocinios y publicidad, es contenido autentico que se realiza con el corazón.
Los infuencers siempre han existido, mucho antes de la era digital. Cuando yo era chiquita mi mamá los calificaba como “buena infuencia”o “mala influencia”. Ha habido muchos influencers a lo largo de la historia, por ejemplo, en Alemania en los años 40’s había un hombre tan influyente, que hizo creer a miles de personas que estaba bien matar a otros seres humanos, si estos no tenían las mismas creencias religiosas. ESE es el peso que puede llegar a tener una influencia en los demás.
Aprovechemos la facilidad que tenemos hoy en día para compartir, para ofrecer algo único, que nadie más puede ofrecer: nuestro talento, nuestro conocimiento, seamos con nuestro ejemplo una influencia positiva para los demás. Empezando por nuestros hijos, pues sabes?, nosotras como mamás somos su mayor influencia.
Es común escuchar cuando alguien se queja del comportamiento de un niño, que digan, pues sí, es que es hijo de tal, son iguales. Y claro que hay niños que pueden, por ejemplo, ser violentos, y no necesariamente los papas lo sean. Pero por lo general, si hay una niña que critica mucho, es porque aprendió a criticar viendo a su mamá. O si un niño es mal educado, sus padres, muy probablemente, también lo sean.
Si los niños nos ven leer, es más probable es que les encante la lectura, si nos ven cocinar, que muestren interés en la cocina, o si nos ven hacer deporte, que también salgan deportistas. Seguramente te a pasado que si te maquillas, tu hija juega a maquillarse. Últimamente mi niña me ha visto con el micrófono que uso en el podcast, y claro, lo usa para jugar que tiene su programa de radio.
Una amiga mía me recomendó un libro llamado “Tu Hijo Tu Espejo”, tengo muchas ganas de leerlo, pero aún no lo he hecho. Ella es la primera invitada en el podcast! No solo nos contara un poco más sobre lo que le dejo este libro, sino lo que es para ella el ser una mami influencer para sus cuatro pequeños hijos.
Las invito a que escuchen el primer programa del podcast de Detox Mama, lo pueden encontrar aquí en itunes, síganlo! para que puedan seguir escuchando futuros programas!