Les comparto este articulo que escribí para la edición de febrero de la revista de TAR Aerolíneas, Star News.
Como padres, nuestra prioridad es cuidar de nuestra familia, tanto que hasta llegamos a olvidar cuidar de nosotros. Por eso es muy sano tomarnos un tiempo para cargar pilas, para reanimarnos, para estar bien y así poder ser mejores padres para nuestros hijos.
Para ello, por qué no aprovechar que estamos en el “mes del amor” para escaparnos en pareja, solos, sin los niños y también sin culpa por dejarlos. No tiene que ser un viaje largo de varios días, un fin de semana puede ser suficiente para cargar pilas, regresar renovados y re-enamorados a la rutina. Para ello te recomiendo:
Dejarlos con alguien de confianza. Si tienes la fortuna de contar con el apoyo de tu mamá, suegra, hermanas, cuñadas o una nanny de confianza, que puedan ayudar con los niños, aprovecha. Así pueden irse, sabiendo que están en buenas manos y y seguros, y no pasar el viaje con preocupaciones.
Sacar provecho de la tecnología. La finalidad del escape es desconectarse de la rutina para reconectarse como pareja y relajarse, así que si no se reportan con los niños no pasa nada, ellos también están de vacaciones de ustedes y la están pasando increíble. Sin embargo, siempre da tranquilidad saber que por cualquier cosa, están a una llamada de distancia.
No olvides llevarles un recuerdito. Seguramente al llegar a casa los niños los recibirían muy contentos y también con la inevitable pregunta “¿qué me trajeron?”. Para ello, prepárense con algún regalito que no tiene que ser grande ni ostentoso, algún dulce con sorpresa de la tiendita del aeropuerto será suficiente. Así, en su próximo escape, la despedida será más fácil porque sabrán que les espera una sorpresa a su regreso.
Poder levantarse tarde y realizar largas comidas sin tener que compartir ni verse interrumpidos; poder dormir siestas y pasar buenos momentos juntos mientras se reconectan como pareja es algo que debemos hacer por lo menos una vez al año.
Por ti, por tu esposo y por tus hijos, que por cierto, les cae bien extrañar a sus papás un poquito. Por esto y mucho más, ¿qué esperan? Escápense.