Nos llegó el día de decir adiós a Guatemala, por varios motivos nos mudamos a México. Pase las últimas dos semanas vaciando nuestra casa y, decidiendo que se queda y que se va. Fue difícil, muy difícil porque como nos mudamos al norte de México, sale más barato por ejemplo, comprar una licuadora nueva, que pagar el envío hasta aya, de la licuadora que ya tenemos. Por eso lo primero que me dejo esta mudanza fue:
Aprender a ser un poco más desprendida
Tener en tus manos un tostador en perfecto estado y tener que dejarlo no es fácil, jaja es enserio! Si cuesta trabajo, sobre todo si en la casa nueva lo vamos a necesitar. Pero sale mejor venderlo en una venta de garage que pagar el doble de su precio en traslado.
Mientras separaba las cosas que no nos íbamos a llevar, comencé a ponerme muy triste, porque no son solo cosas, es la batidora que compramos de recién casados, es la colchita que le compre a mi hija con tanta ilusión cuando estaba embarazada de ella, son regalos de boda de gente muy querida, son recuerdos!

No son solo cajas, es un cuarto lleno de recuerdos, es toda una vida en cajas.
Pero justo cuando estaba por salirme una lagrima encontré esto:

«Home is where your mom is»
Si! Estaba triste porque la casa donde habíamos pasado tantos momentos comenzaba a vaciarse, pero era solo eso, una casa, hogar es donde estoy con mi familia! Y ahora mi familia estará en México, y es allí donde estará nuestro nuevo «hogar».
Es impresionante ver la cantidad de chivas que se van acumulando, está mudanza también me ayudó a comprender que es muy necesario:
Sacar por lo menos una vez al año las cosas que ya no usas
El closet se va llenando de, este pantalón que ya no me queda, pero para cuando adelgace. El vestido que use en una boda hace tres años y desde entonces no lo he querido volver a usar. El top antrero, que aunque no me paro en un antro desde el 2010 pero por si acaso, y una infinidad de por sí acasos más que nunca llegan. Si pasó un año sin usarlo, lo más probable es que ya no lo necesitas más, y con tanta gente necesitada, lo mejor es donarlo. 8 colchitas?! Para que necesitamos tantas! Regalos que nunca nos gustaron, o que no usamos, tantas cosas!
Y al ir sacando también aprendí:
Has cualquier ocasión, una ocasión especial.
Encontré manteles para alguna cena «elegante» pero como todas nuestras reuniones son informales, pues nunca los estrene, como tampoco casi nunca usamos aquel precioso juego de cubiertos que nos regalaron cuando nos casamos, pues cuando tenemos mucha gente usamos mejor cubiertos desechables. Nunca más! Me llevo los cubiertos, los manteles, platones de servir de plata para usarlos, en reuniones informales con amigos, inclusive en una cena solo con mi esposo, que más momento especial que eso!
Y por último, al decirle adiós a todos nuestros queridos amigos y familia que dejamos aquí en Guate aprendí que
El amor y la amistad continúa a pesar de la distancia
Siempre regresaremos contentos a Guate porque aquí dejamos familia y amigos muy queridos, y quiero que sepan, cuando se cansen de tener una larga temporada de días grises y de lluvia, que pueden ir a visitarnos a un lugar donde casi siempre brilla el sol ( aveces un poquito de más) por eso mejor eviten visitarnos en verano.
Adiós Guatelinda! Y hola a nuestro nuevo comienzo mexicano