Estoy empezando el año motivada queriendo cumplir un propósito que sé que será difícil poder cumplir: Dejar de tener la cabeza agachada por estar al pendiente del celular.
Para alguien que vive lejos de su ciudad de origen, las redes sociales son una gran bendición porque me permiten estar en contacto con todos mis familiares y amigos. Las redes tienen muchas cosas buenas, pero como todo, en exceso es malo. Al tener tantos contactos e información a la mano, es fácil acostumbrarte a estar pegada al aparato, lo difícil es tratar de despegarte del celular.
Este año he decidido desconectarme, no por completo pero si reducir, por mucho, el tiempo que perdía con el celular. Tiempo que pudiera aprovechar para ser más productiva. Tiempo en el que por ver cosas sin mayor importancia, dejo de ver momentos especiales de mi hija: verla jugar, verla sonreír, verla crecer. Extraño volver a picarme con un buen libro, pues en lugar de leer antes de dormir, ahora me “pongo al tanto” leyendo los chats de whatsapp. Además un buen libro, me dejara mucho más que una interminable recopilación de memes.
Y hablando de memes y de redes sociales, seguro tú también has de estar ya cansada de que te digan que hacer o no hacer con el tal José, pues esta es mi versión.
Seamos más auténticas.
Dediquémosle más tiempo a lo que realmente importa: Nuestros hijos
Además, no me gusta que mi niña juegue mucho con el celular, así que debo ponerle el ejemplo. Sé que no será un propósito fácil de cumplir,
…pero si lo logro, ganare mucho: tiempo, ser más productiva, y hasta mejorar mi postura al tener la frente en alto!