La fortuna de tener amigas «vitalicias»

Hoy me desperté en mi recámara de cuando era niña en casa de mis padres, en Cd Obregón al noroeste de México, y espero, por que les escribo desde el avión, irme a dormir en mi casa con mi esposo e hija en Ciudad de Guatemala. No siento que sólo viajo de un lugar a otro, sino como que también estuviera viajado en el tiempo.
Este fin de semana se casó una de mis mejores amigas, la conozco a ella y al resto de mi grupo de amigas desde que estábamos en primero de primaria.

Todas somos diferentes está la payasita que nos mata de la risa, la seriecita, la ocurrente, la despistada, la ejecutiva, la que párese candidata presidencial que conoce a medio mundo, y la «Martha Stewart» que hace las mejores recetas y es buenísima para las manualidades. Pareciera que no tenemos nada en común, pero si tenemos, y es algo muy especial: una vida de anécdotas que siempre recordamos cuando estamos juntas. Con ellas he multiplicado mis alegrías y dividido mis tristezas, hemos llorado de la risa y me han sacado sonrisas después de llorar en los momentos tristes.

Viaje sola, la pequeña se quedo en casa con papa. No puedo decir que este fin de semana deje de ser esposa y madre por que siempre los tengo presentes, pero si me sentí como si hubiera vuelto a ser esa adolescente que se sentía feliz cuando estaba con sus amigas, como si no hubiera pasado el tiempo. A pesar de que cada quien tomó caminos distintos, que vivimos en lugares diferentes, cuando volvemos a reunirnos se siente como si nunca hubiéramos dejado de estar juntas. Quizás a diferencia de algunos kilitos y arrugitas (lo digo por mi) siento que estamos igualitas, no sólo físicamente si no de forma de ser. Seguimos riéndonos de las mismas tonterías y platicamos tan agusto, como si nos viéramos todos los días.
Lo que recuerdo del día de mi boda, además de la gran alegría de casarme con el amor de mi vida, es que es un día muy especial por que toda la gente que quieres esta reunida en el mismo lugar. Por eso tenía que estar presente en la boda de mi amiga. Ver a alguien que quieres, tan feliz el día de su boda es súper lindo y alegre, por eso, además de los novios y su familia, hay alguien más que se goce la fiesta tanto como las amigas de la novia? Bailamos sin parar hasta las cuatro de la mañana.

Me regreso con un sentimiento agridulce, feliz por haber estado presente en este gran reencuentro en un día tan especial, pero con la nostalgia de pensar que si esta fue la última boda, volveremos a estar todas juntas otra vez?  Se acabaron las bodas, ya no vamos a tener pretexto para juntarnos, así que tendremos que
inventarnos uno.

Las quiero mucho amiguitas! Gracias por una vida de amistad, por que lamentó informarles que, se dice por allí que si una amistad dura más de siente años, es altamente probable que dure toda la vida, así es que como ya pasamos los siete años hace mucho tiempo, pues las estadísticas dicen que me tendrán que aguantar el resto de sus vidas 😄😄😄😘

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