Sabemos que somos mamá desde el momento que recibimos la noticia de nuestro embarazo, pero ¿no has tenido un momento en el que actúas como mamá? y es ahí cuando te das cuenta:
soy UNA MAMA!
Todo cambia cuando nos convertimos en madres, todo! hasta nuestra forma de hablar. Como cuando regañas a tus hijos, y te das cuenta que, les dijiste exactamente lo que decía tu mamá. Las mismas palabras y hasta de la misma manera.
“Dios mío! Hasta moví el dedo como mi mamá!”
Y tu vocabulario comienza a ampliarse, empiezas a usar palabras y frases que nunca antes habías usado (y pensabas que jamas lo ibas a hacer). Como cuando caminando por Antigua se me acerco una niñita a venderme unos collares y le dije “ahorita no mi hijita”.
¿mi hijita?! eso dije?!
Y después me quede preocupada por la pequeña niña que me ofreció los collares, está empezando a refrescar y la niña no tenía suéter. Y mi niña tampoco! aunque se ve tan feliz jugando en la plaza, pero creo firmemente que si mamá tiene frio, la niña también!
Te gusta ir a lugares donde vendan cosas para casa, te emociona comprar velas aromáticas o algo lindo para tu casa. También hay veces que hasta disfrutas ir al súper, sobre todo si vas sin niños, son como unas mini vacaciones.
Llegando a casa del super te das cuenta que olvidaste comprar lo que al niño le toco llevar mañana al convivió en el colegio. Estas son tus nuevas preocupaciones: conseguir disfraces para festivales, carteras de cascarones, tubos de papel de baño o regalos de piñata!
Ahora las bodas son lo máximo porque son nuestra oportunidad para ponernos guapas, usar zapatos altos y salir de noche!!! pero aunque es tu noche «libre» en cuanto llegan al evento no puedes evitar sacar tu teléfono de tu bolsa porque tu imaginación desbordante de madre no te dejara en paz si no lo sacas.
y si le pasa algo al niño? y si alguien entro a la casa? no! mejor aquí dejo el cel por si acaso.
Las bodas son el equivalente a cuando salías de fiesta AM (Antes de ser Mama) solo que ahora sin tanto aguante. Después de bailar un rato, regresan a la mesa, revisas el cel “por si paso algo” y te das cuenta de la hora, jurabas que eran las 2 de la mañana pero apenas son las 10 y media?!
Platicas con tus amigas que están sentadas en tu misma mesa, y siempre terminan hablando del mismo tema: los hijos. Si de pronto suenan canciones viejitas no puedes evitar emocionarte. Y te entretienes viendo bailar a los “jóvenes” con canciones y pasos que no conocías.
Lograron aguantaron hasta las 3 de la mañana!, feliz por lo bien que la pasaron y porque por un momento olvidaste que a las 6:30 am alguien llegara llena de energía a brincar a tu cama.
El mejor plan para el día después de un desvelo es ver películas, aunque ahora solo vean donde los protagonistas sean animalitos que hablan. Pero no importa porque sabes que no hay mejor lugar en el mundo donde quisieras estar que en esa cama abrazada de tu familia viendo caricaturas.
Y ahora comprendes perfectamente el inmenso amor que sentían la mamá de Dumbo, de Bambi y las de todos los otros cuentos que al igual que tú, han cambiado gustos, formas, hábitos, desde aquel momento que tuvieron la dicha de tener a alguien que les llamo “mamá”.
Soy toda una mamá y me encanta! y a ti?!
detoxmamagt.com 