Volar durante el embarazo

EXISTEN MUCHOS MITOS ALREDEDOR DE ESTE TEMA, SIN EMBARGO, EL MÉDICO TIENE LA ÚLTIMA PALABRA

Se ama a un hijo desde el momento en que uno se entera de que viene en camino y desde ese instante protegerlo se vuelve una prioridad.

Por eso analizar cada cosa, hasta las que antes se hacían casi sin pensar, como preguntarnos si lo que vamos a comer o tomar le caerá bien al bebe; si podemos seguir pintándonos el cabello, o qué precauciones se deben tomar para el próximo vuelo.

Viviendo en un país extranjero, tuve que volar varias veces durante el embarazo, pero antes del primer vuelo investigué mucho sobre las implicaciones de hacerlo para poder estar más tranquila de la seguridad de mi bebé, y esto es lo que aprendí.

Para empezar, sí se puede volar durante el embarazo, desde el inicio hasta la semana 36, y en caso de embarazos múltiples hasta la semana 32; después de ese tiempo muchas aerolíneas no permiten hacerlo por el simple hecho de evitar que nazca durante el vuelo.

Y en algunos casos, después de la semana 28 algunas aerolíneas pueden pedir carta del médico donde diga que es seguro realizar el viaje y donde mencione la fecha estimada de parto.

Aunque hay algunas condiciones como la preeclampsia o diabetes gestacional, en las que definitivamente no es recomendado volar, es muy importante que antes de planear un viaje, se consulte con el médico.

Personalmente me preocupaban los rayos de seguridad, pero descubrí que el nivel de radiación está dentro de un rango inofensivo para el bebe, así que se puede pasar por ese arco tranquilamente.

Para hacer el viaje lo más placentero posible, recomiendo:

El mejor momento para volar es durante el segundo trimestre, después de que pasaron las náuseas de los primeros meses y antes de los últimos, cuando viajar ya se vuelve demasiado incómodo por el tamaño y peso del vientre.

Es recomendable llegar con tiempo al aeropuerto, para que sea más fácil pedir el asiento en pasillo, y así pararse a caminar y estirarse para aliviar el entumecimiento.

Abróchate el cinturón por debajo de tu pancita, a la altura de la pelvis. No debe quedarte muy apretado.

Volar deshidrata, por eso es mejor asegurarse de tomar agua con regularidad.

Y lo más importante, relájate y disfruta del viaje, porque dentro de poco los vuelos ya no serán tan tranquilos, pues viajar con un bebé será muy distinto.

Lo que nunca me puede faltar:

img_20191210_111918734276813154715703.jpg

Mis pastillas prenatales que tomo cada mañana

img_20191210_1119039110502771445981486.jpg

Crema para estrias Mom to Mom que uso después de cada baño.

Y tampoco puedo viajar sin mi faja que da soporte, que ayuda mucho en todas las horas que tienes que estar parada y con todo lo que tienes que caminar.