Entreteniendo a los pequeños (con un poco de psicología)

Muchas veces los niños pequeños pueden ser traviesos o berrinchudos simplemente porque están aburridos.

Por eso tenemos que estar ingeniándonos constantemente distintas maneras de entretenerlos, no es fácil, pero siendo un poco creativas podemos lograrlo. Con cosas sencillas, como haciendo de una actividad cotidiana un juego, como ir al supermercado por ejemplo. Y eso fue lo que intenté hacer hace como unos quince días, cuando llevé el carrito del super de juguete de la pequeña para que se divirtiera con él mientras yo hacía las compras, pensando que sería una actividad entretenida y feliz, que resultó siendo todo lo contrario, especialmente para mí.

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Pues resulta que llegamos muy contentas al super, comenzamos en el área de frutas y verduras donde le pasé algunos tomates y un par de manzanas para que metiera en su carrito, continuamos sin mayor problema, hasta que entramos a los pasillos del área de abarrotes. Nunca me había fijado que los productos más llamativos para los pequeños, están convenientemente colocados a su altura, ¡todo le llamaba la atención! y por lo mismo, quería meter ¡todo a su carrito! Intenté explicarle que no necesitábamos ese gran bote de consomé (que tenía pintado un llamativo pollito), ni el cereal de payaso, ni las galletas de Mickey etc, etc, etc, pero al intentar sacarlos de su carrito, me armaba tremendo berrinche, lo que me hizo optar por dejarla que metiera lo que quisiera, pensando que a la hora de llegar a la caja registradora pasaría filtro para sacar todo lo que se le había pegado y no necesitábamos.  Termino llenando tanto su carrito que ya las llantas no daban más, le explique que tendríamos que sacar cosas para que pudiera seguir empujándolo, ocasionando con esto otra muestra de su total descontento, tirándose al piso a llorar amargamente cual princesa de Disney.

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Algo que debió haber sido grato y divertido resultó ser sumamente estresante. Casualmente en esos días me toco ir a su colegio a hablar con sus maestras, preparadas psicólogas con mucha experiencia en personitas. Por eso aproveché para hacerles varias preguntas; también les conté sobre esta no tan grata experiencia con la esperanza de que me guiaran en cómo actuar ante otra situación similar. La respuesta que me dio una de las maestras fue algo que cambiará mi manera de actuar con la pequeña para siempre.

“Imagínese que entra usted al banco, suena su celular y cuando lo saca para contestar un policía se lo arrebata de las manos diciéndole que está prohibido, seguramente usted se enojaría bastante ¿verdad?” me preguntó la maestra, asentí con la cabeza, y continuó diciéndome “porque lo que debieron de haber hecho en el banco es advertirle antes de entrar, con un gran letrero que dijera: Queda prohibido el uso de celulares, quien no respete esta regla se le castigará quitándole su celular. Seguramente ante tal advertencia, si llegara a sonar su celular no lo contestaría, o lo sacaría lo más discretamente posible, y en caso de ser descubierto no podría enojarse ya que usted estaba advertido”, y continuó la explicación “pues lo mismo pasa con los niños, si antes de cualquier actividad no se le explican las reglas, lo que debe y no deben hacer, se enojarán mucho al momento de ser reprendidos por algo que no sabían que no debían hacer”. ¡Claro! Pensé, ¡ahora entiendo la frustración de la pequeña!

La maestra me sugirió que la próxima vez que fuéramos al super, le hiciera una lista con dibujos de ciertos productos que podría meter en su canasta, explicándole que solo esos productos podría meter, y que si llegaba a hacer algún berrinche nos iríamos en ese

momento a casa. Me dijo que es muy importante llevar a cabo la amenaza, ya que de no hacerlo sabrá que no cumplo lo que digo y que puede salir con la suya sin represalias. Aunque tuviera el carrito lleno, debería dejar todo, sacarla del supermercado y regresar después ya sin ella.

Teniendo ya estos puntos en claro, imprimí una lista con los productos que podía meter en su canasta, y antes de salir le expliqué la dinámica, seguir la lista, no berrinches, me escuchó atenta con sus ojazos muy abiertos y al preguntarle si estaba de acuerdo con las reglas me dijo que sí.

Nerviosa por no saber si el plan resultaría, regresamos al supermercado, comenzamos tranquilamente en el área de frutas y verduras, solamente metió tomates y bananas que estaban en su lista. Pero llegó la hora de la verdad, nos dirigíamos al área de abarrotes, llena de llamativos productos multicolores con simpáticos personajes en sus portadas. De repente le llamaba la atención algo e intentaba tomarlo, le preguntaba ¿está en la lista? Contestaba que no y sin chistar lo ponía de vuelta en su lugar siguiendo su camino empujando su carreta.

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¡No lo podía creer! ¡Que diferencia a la primera vez!, es increíble como si se le explica claramente las reglas, las sigue sin problema.  Esta vez fue una experiencia totalmente distinta, nos divertimos las dos, ella se sintió útil, y yo feliz de verla tan contenta.

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Puedes hacer una lista muy sencilla con los productos que necesites, esta es la lista que yo hice, si te sirve puedes bajarla e imprimirla.

Lista de Super

Ya sea que hagas de una ida al súper una actividad divertida para entretener a tu pequeño, o cualquier otra cosa que se te ocurra, lo importante es ponernos en el lugar de los chiquitos, explicándoles de antemano las reglas del juego.  Saludos y felices compras

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2 comentarios sobre “Entreteniendo a los pequeños (con un poco de psicología)

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